Centrados en la creación y mantenimiento de jardines de una forma que minimice el impacto ambiental y fomente prácticas sostenibles. Este enfoque busca equilibrar la estética del jardín con la conservación de recursos naturales y la promoción de la biodiversidad.
Selección de Plantas Autóctonas: Priorizar el uso de plantas autóctonas adaptadas al clima y al suelo local. Las plantas nativas suelen requerir menos agua y mantenimiento, y también promueven la biodiversidad al atraer a polinizadores locales.
Uso Eficiente del Agua: Implementar sistemas de riego eficientes, como el riego por goteo, para minimizar el desperdicio de agua. Captar y utilizar agua de lluvia para el riego cuando sea posible.
Prácticas de Conservación del Suelo: Fomentar la salud del suelo mediante la adición de compost y materia orgánica. Utilizar técnicas de mulching para reducir la evaporación del agua y mejorar la retención del suelo.
Manejo Sostenible de Residuos: Compostar desechos de jardín para reducir la cantidad de residuos enviados a vertederos. Reutilizar materiales cuando sea posible y reciclarlos de forma responsable.
Control Natural de Plagas: Fomentar la presencia de insectos beneficiosos y depredadores naturales para controlar las plagas. Evitar el uso de pesticidas y fungicidas químicos, optando por alternativas más ecológicas y respetuosas con el medio ambiente.
Fertilización Orgánica: Utilizar abonos orgánicos, como compuesto o estiércol, en lugar de fertilizantes químicos. Implementar rotación de cultivos para mejorar la salud del suelo y reducir la dependencia de fertilizantes externos.
Planificar el diseño del jardín para optimizar el uso de recursos como agua y energía. Iluminación Sostenible: Utilizar sistemas de iluminación de bajo consumo energético, tales como luces LED. La jardinería ecosostenible no sólo beneficia al medio ambiente, sino que también crea jardines bonitos y saludables que se pueden disfrutar a lo largo del tiempo de manera responsable